23 de marzo de 2011
Pausa.
1 de enero de 2011
Vege.

He sufrido la crisis de neo vege inicial en que sólo consumes jugos, ensalada, quesadillas, pan etc. y te das cuenta de que no sabes cocinar una chingada. Mi pobre madre hace corajinas con que “no puedo comer nada” y escoger un restaurante o ir a un evento con comida pre seleccionada es pedo magno. Pero lo vale. Viniendo de múltiples traumas con la comida que terminaron por joderme el metabolismo y el alma, la alimentación se me ha convertido en algo fundamental.
Por eso quien quiera saber “y como por qué soy vegetariana ahora” voy a referirlo a este escrito.
Verán:
1. La industria de la carne es altamente dañina para el ambiente.
-El 18% de emisiones de CO2 provienen de la industria ganadera aunado al 64% de emisiones de amoniaco antropogénico que contribuyen a la lluvia ácida y la acidificación de los ecosistemas. Una vegetariano emite siete veces menos gases de efecto invernadero que un carnívoro.
-Representa el 8% del consumo global de agua utilizada en el riego de cultivos para la alimentación del ganado. Los desechos animales, antibióticos, hormonas, fertilizantes y demás químicos son causantes de enfermedades humanas, zonas muertas en cuerpos acuáticos, degradación de corales y sedimentaciones (entre otras broncas).
-El terreno ocupado para la crianza de ganado deforesta y erosiona enormes extensiones de terreno. 70% de las tierras del Amazonas son ocupadas para matar vacas, cerdos, cabras y pollos además que de paso se lleva especies endémicas.
-La pesca desmedida está desequilibrando el hábitat de miles de especies. Tortugas, tiburones, aves, focas y delfines se enredan cada año junto con el atún enlatado que compras en el súper.
2. La crueldad animal es inaceptable.
Los animales que se come la gente son igual de adorables que tu poodle, pero a ellos nos los cuida nadie. Padecen desnutrición, agresión sexual, golpes, modificación genética (los pollos tienen pechugas tan grandes que no pueden estar parados, por ejemplo) tortura (las vacas viven entre su excremento, se mueren desangradas y de cabeza, a los pollitos les cortan el pico con navajas frías, a los cerdos les cortan la cola y dejan las heridas abiertas mismas que los otros muerden provocando infecciones. Las vacas lecheras viven en el mismo establo toda su vida y sufren infecciones en las ubres que entre otras cosas provoca que vivan la mitad de lo esperable para su especie.) y en general una vida indignante. Si bien en México existen normas alrededor de la crianza y opciones orgánicas (en que las vaquitas viven muy contentas pastando) no me es suficiente. Por un lado, perdí la confianza en las autoridades de mi país hace muchos años y por el otro, la demanda de carne mexicana ha bajado en hasta un 60%, entonces la opción es carne gringa más barata que proviene de las fábricas de carne en donde ocurren mencionadas pesadillas. (Same shit with american and japanese fish).
Como es tan complicado saber de dónde provienen los productos cárnicos que uno consume, mejor abandonarlos por completo.
No puedo ser parte de la demanda a una industria tan falta de ética. Al igual que no consumo productos de piel, me niego a comerme un animal torturado. Un salmón hambreado por dos semanas antes de morir asfixiado, es igual de cruel que fomentar una pelea de perros.
3. Ser vegetariano es más saludable.
En mi familia hay todo: diabetes, problemas del corazón, colesterol alto etc. (todo menos cáncer, pero no cantamos victoria). Tengo la presión baja y siempre he sido medio enfermiza. Una dieta vegetariana provee todos los nutrientes que el cuerpo requiere (necesitamos muchas menos proteínas de las que la industria de la carne les ha hecho pensar) y me evita el consumo de hormonas, grasas y contaminantes. Comiendo se cura uno y previene enfermarse.
Comer frutas, verduras y semillas es más sano que cochinita pibil. Let’s be honest here, folks.
Acá les dejo algunos links para quien guste saber más, ande queriendo probar una dieta vegetariana o quiera darme la contra.
http://www.peta.org/
www.inforural.com.mx/noticias.php?&id_rubrique=338&id_article=65076
http://www.veganoutreach.org/
http://www.fao.org/
www.vrg.org/nutrition
Y unos documentales también:
Earthlings.
The Graduate
Me costó muchas lágrimas y estuve a nada de dejarlo más de un vez, sabes de lo que hablo. Sabes porque esa temporada me eres tú. Y ahora ya acabé. Ya acabamos.
Gracias por estar siempre. Por celebrar su fin conmigo. Igual hubieramos llegado, pero mejor que lo hicimos después de tan hermoso y trágico camino.
Voyager

Además de las lágrimas que el evento desató, dejé de escuchar a Carmen en las mañanas. Se acabó eso de cantar Fiona Apple a todo pulmón ante la latest love fatality y fumar de noche en la carretera con la ventana abierta. Perdí el placer de estacionarme en lugares imposibles a la par que ejercitaba los brazos gracias a la ausencia de dirección hidráulica. Me quedé sin la extensión de mis aposentos en la que siempre había un libro y un sweater para el aburrimiento y el frío. Terminaron las risas nocturnas, las pláticas con el copiloto ocasional y las euforias de camino y vuelta de la fiesta.
Pero también fui olvidando lo que significa pelear con la señora imbécil de enfrente y el taxista que te manda besos en medio de tus muinas (todo a menos de 1km de haber salido de casa). Ver cómo se te va la vida sentado en medio del tráfico. El tráfico de la mañana, de la media mañana, de la hora de comer, de la hora de salida de los niños de la escuela, de la hora de salida de los Godinez de la oficina, de viernes de quincena, del ocasionado por que un mini Cooper acabó de cabeza en Constituyentes o porque cerraron Reforma los de la Antorcha Campesina. Dejé de buscar lugar en la Condesa y la Roma para acabar a un día de camino de la mezcalería o dejar medio riñón en el estacionamiento del centro comercial. Pelearme con el valet porque no aparece mi disco pirata de Britney y preferir que me paguen el golpe a hablar a los ineptos del seguro. Me cuesta recordar la angustia de que al coche algo nuevo le suena cada vez que sale del mecánico. O que me quedé sin gasolina, la siguiente gas está a 403874543875 kilómetros, no traigo efectivo, no aceptan tarjeta, no hay cajero, Periférico está parado de las Flores a Polanco y yo estoy a medio camino (además tengo que hacer pipí). Anti alcoholímetro dejó de ser la cuenta más importante de mi time line cada fin de semana y me he desentendido por completo de un chingo de llaves. No extraño ni un poco el pago de la tenencia, el seguro, el servicio, la hojalatería, la verificación etcéeeeteeeeraaaaa (¡Puf!).
Total que al final son unas por otras. Pero las otras nuevas me tienen muy enamorada. Todavía no se me pasa la infatuation por la independencia del coche y el poder que me hace sentir en consecuencia. No creo que se me pase pronto tampoco.
Treats

Silence
Eso puede funcionarle a uno cuándo es estudiante. O cuando trabaja muy lejos del pequeñísimo grupejo social que compone a la ciudad en la que uno reside (sobre todo si es Mexico City ¿no?) pero hasta cierto tiempo y cierta edad. Sobre todo ahora que la gente que me rodea (y seguro a ustedes también) es mucho más participativa de herramientas en internet de comunicación y conexión.
Lo mismo con las relaciones one on one. Mostrar mucho de uno puede resultar contraproducente y angustioso. Todo el mundo conoce a todo el mundo y la opinión del primero puedo convertirse en la de la multitud. Puede tener repercusiones más graves de las que pudiste imaginarte. People are shit, ya' know?
Entonces por eso me quedé callada estos meses. Porque aprendí a ser más pudorosa de mi vida y mis emociones y opiniones. Porque me cansó la sensación de probable juicio constante de mi cabeza por medio de mi tecleadero.
Este año será más de lo mismo seguramente. Habrá más de una publicación irrepresible de emociones, seguramente, pero creo que "mi línea editorial" será ciertamente más privada.
Y nada, eso.
21 de octubre de 2010
La cosa es que
Uno se mete en situaciones de auto boicot porque le está huyendo a lo que dice que tanto desea.
Y no es que se mienta, es que un pedacito de tu cabeza tiene guardado un freno de mano preventivo de desastres, porque no estás en condiciones de poder manejar mencionados deseos.
Y no se está preparado porque lo que se anhela responde a llenar necesidades, vacíos antiguos.
Cuando se busca entonces al relleno, el rellenador puede tomar ventaja de la situación y romperte el cántaro.
O bien va a preferir dejarlo sin siquiera ponerle una mano encima, que el suyo está es igual de falto de equilibrio y ¿quién quiere lidiar con la pobreza ajena?
Siempre es posible detectarlos a ambos, pero eso no implica que las tripas detengan sus impulsos. Y que la elección deje de ser intencional. Se elige para que no funcione.
Eso no implica tampoco que una versión sea mejor que la otra. Las dos son igual de dolorosas.
Entonces el problema es que no hay problema. La solución es nada más dejar de andar buscando y aprender a hacer agua de los limones del propio jardín.
Cuando eso pase se podrá compartir la limonada.
Ajá, pero los procesos son eternos. Y la soledad es cabrona.