Mostrando entradas con la etiqueta others. me.. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta others. me.. Mostrar todas las entradas

1 de enero de 2011

Silence

Debo confesar que le había agarrado un poco de miedo/fobia a este espacio. El año que terminó hace unas horas hizo que me diera cuenta como nunca antes de la importancia de cuánto, cómo, dónde, con quién y para qué revela uno de su persona. Siempre me he caracterizado por ser sumamente indiscreta, poco misteriosa pues. Mis nuevos conocidos saben mucho, pronto. Ni se diga de mis espacios virtuales. Quien haya leído este blog o en Twitter sabrá perfectamente a lo que me refiero.

Eso puede funcionarle a uno cuándo es estudiante. O cuando trabaja muy lejos del pequeñísimo grupejo social que compone a la ciudad en la que uno reside (sobre todo si es Mexico City ¿no?) pero hasta cierto tiempo y cierta edad. Sobre todo ahora que la gente que me rodea (y seguro a ustedes también) es mucho más participativa de herramientas en internet de comunicación y conexión.

Lo mismo con las relaciones one on one. Mostrar mucho de uno puede resultar contraproducente y angustioso. Todo el mundo conoce a todo el mundo y la opinión del primero puedo convertirse en la de la multitud. Puede tener repercusiones más graves de las que pudiste imaginarte. People are shit, ya' know?

Entonces por eso me quedé callada estos meses. Porque aprendí a ser más pudorosa de mi vida y mis emociones y opiniones. Porque me cansó la sensación de probable juicio constante de mi cabeza por medio de mi tecleadero.

Este año será más de lo mismo seguramente. Habrá más de una publicación irrepresible de emociones, seguramente, pero creo que "mi línea editorial" será ciertamente más privada.

Y nada, eso.

28 de julio de 2010

25


El 25 pasado cumplí 25 años y nunca va a volver a pasar mencionada y preciosa coincidencia. Too bad. Uno pocas veces aprecia las curiosidades a su alrededor hasta que son recuerdos. Antiguos recuerdos. Por eso está tan bueno tener un blog. (Recuérdenme esta entrada en una década).

Resulta que en estos mis 25 los horóscopos prometen nueva estabilidad económica y nuevos bríos románticos. Si cualquier de los dos no ocurre, nuevas oportunidades laborales. A ver cuál de todos o ninguno se cumple.

Resulta también, que aterricé en esta edad un poco en crisis, pero poco a poco me aliviano. Me dijo un viejo conocido hace unos días, que siempre me ve igual. Siempre sufriendo y quejándome de algo. Cuando en realidad, viendo hacia atrás mi vida no era tan mala cuando aquél y yo éramos más cercanos. Lo cual valida su teoría absolutamente. Entonces la solución es dejar de quejarse y provocarme alegrías de las cuales namás yo soy responsable.

Toda la anterior reflexión desembocó en la puesta en práctica del consejo brindado por una inteligente mujer, quien sugirió que hiciera todo lo que no hice antes en este año. Así no van a haber arrepentimientos por falta de actividad… más bien por actividad de sobra.

Para empezar tan bonita empresa, e inspirada de nuevo en un estrellita de otras plataformas, he pensado que pesar de ser muy joven para muchos, soy una ruca para otros y a pesar de que mi vida es todo menos un modelo a seguir (y qué hueva ser role model anyway) a lo largo de los años me he caracterizado por dar buenos consejos en mis destellos de genialidad y experiencia. ¿Por qué no compartirlos con el mundo y de paso recordármelos for future reference?

He agrupado seis de ellos a continuación que espero les hagan bien.

1. Recuerda la primera impresión, la inmediata que tengas sobre quien sea cuando l@ conoces. Todo lo que percibes lo haces sin juicios, sólo lo absorbes. Con el tiempo, cuando el o ella se de a conocer mejor, es posible que tu opinión inicial cambie, pero siempre, siempre va a haber un momento en el que te den la razón. Recuerda esa primera impresión para que no te tomen por sorpresa (o para no olvidar sus maravillas).

2. Mientras más te columpinas, más la cola se te ve. Hablar de más, y hablar mentiras te pone mucho más en evidencia de lo que crees. Cuando la gente pretende ser alguien que no es, se nota inmediatamente. Además, las personas misteriosas son mucho más interesantes que las que no dejan nada a la imaginación.

3. En boca cerrada no entran moscas. No seas chismoso. Se ve mal. Y está mal. Querer saber demasiado de otras personas, implica que tu vida es aburrida y por eso te es tan interesante saber qué es de los demás. Peor aún (lo peor) ser gossip central. Que la gente sepa que tú sabes. Esto se junta con algo aún más importante: do not badmouth people (ni causas, posturas políticas, etc. al menos cuando los demás no son de plena confianza). It’ll come back to bite you in the ass. Además, el mundo es tan, pero tan, tan pequeño, que nunca sabes las consecuencias de tus palabras. ¿Qué tal que empiezas a despotricar contra el novio/ hermano/ mejor amigo de tu interlocutor sin saberlo?

4. La tercera es la vencida. Para todo. Puede ser una chamba, un libro, un escrito, o un amor. La onda es que cuando algo “no jala” (el libro no te gusta, la chamba que quieres no amarra, lo que escribes no tiene forma) habrá que ponerle todo el empeño, concentración, corazón y dedicación a lo que se hace, hasta cierto punto. Con tres límites que cada quién sabe cuándo y cómo son. Si después de darlo todo no funciona, o no te hace feliz, déjalo, es lo mejor. Pero que por ti no quede, nada peor que vivir con culpas y "what ifs".

5. Carga siempre con un cepillo de dientes y un libro. Nunca sabes qué vas a comer, o si vas a dormir fuera de casa. Y nada más desagradable que el mal aliento (malos olores en general, pero el aliento es el PEOR). Si lo anterior no te es posible, o comprarte unos chicles tampoco, entonces toma mucha agua y mantén una sana distancia entre tu cara y la de los demás. Del libro, uno nunca sabe cuándo va a necesitar leer algo por tiempos de espera, de traslado o de aburrimiento. Son buenos amigos, y así uno siempre tiene cariñito cerca y cada vez más.
6. Keep it together. No eres tan inteligente, guapo, encantador, inolvidable, culto, creativo, misterioso y único como te gusta pensar. La arrogancia es horrible. Tampoco te vayas del otro lado, el self-loathing es absolutamente indeseable. La cosa es que mencionados extremos son igual de desagradables, ser demsiado pagado de ti mismo no es mejor que tener baja autoestima.

Me voy. Feliz cumpleaños a los demás que cumplieron o van a cumplir cerca de mi preciosos 25.

9 de junio de 2010

Cinco cosas que creo.


Hace más de dos semanas que no vengo a pararme acá. Y es que he estado muy ocupada, me dieron un golpe bajo en mi writersteme y no he tenido de esos momentos de iluminación
tan bonitos que me ponen contenta.
No es como que las cosas sean muy diferentes del panorama antes descrito y el actual, pero voy a hacer el intento de escribirme algo que tenga medio un poco de sentido.

A continuación (como bien dice el título) están cinco cosas que creo.

1. La gordura está mal. Punto. Uno no debe ser gordo. Una cosa es tener unos kilitos de más que vienen y van y no ocasionan mayor problema y otro muy distinto es ser GORDO. Ser del último corte implica innumerables broncas de salud, como ya todo ser humano medianamente conectado al mundo de los vivos sabe. Pero además produce muchas broncas de salud, pero mental. No hay gordos felices. Quien diga que lo es está mintiendo. La gente con sobrepeso considerable se aisla, hace bromas de su aspecto para sobre llevarla, tiene pocas parejas, no es muy atlético, etc. etc. Todo gordo que ahora es delgado diría lo mismo que yo.

Además, ser gordo (muy gordo) le ocasiona problemas a los demás. Si te toca al lado de un gordote en el camión, avión o cualquier otro lugar en que uno tiene que estar hombro con hombro con alguien más, invariablemente el flaco va a estar más incómodo. Si un gordotote se enferma gracias a su gordura, la familia de aquél tiene que lidiar con eso.

Existe una cultura de la tolerancia (sin duda, toleremos a todos) mal entendida en este caso. Protestas en contra de aerolíneas por no querer modificar su diseño para que quepan gordos por ejemplo. No. No señores. El sobrepeso en un avión es peligroso. Y además, no es como que la señor o señora gordos hayan nacido con eso, que tengan una discapacidad. La gordura no es una discapacidad, es una decisión. La decisión del abandono corporal. Del descontrol. Cerrando el hocico y aguantándose los antojos se resuelve. It's wrong. Bendito Dios por la regulación de junk food fuera de la escuelas.

2. La represión es el mayor mal de la humanidad. Si bien las reglas son necesarias, creo firmemente que mientras el otro no haga daño a nadie es injusto reprimirlo. Si eres brujo, poeta y loco y tu único daño es ser sumamente annoying para el pueblo, ni modo, nos aguantamos, no vamos a reprimirte. Eso se lleva a todas las esferas. Que los Israelíes no repriman (sometan) a los Palestinos. Que los gringos no repriman (bloqueen) a los Cubanos. Que los maridos no repriman a sus mujeres. Live and let live. Simple.

3. No "necesitamos" creer en algo. Nos es inevitable. La espiritualidad es concebida por muchos como creer en el destino, un Dios, en ti mismo y ponerse de cabeza, rezar, cantar y aplaudir, meditar etc. Creo que si bien esa es una manera de manifestar la espiritualidad, no es la única. Creer es algo inherente. Crees en el poder de la belleza y en los cánones sociales del buen comportamiento por ejemplo. No es que te esfuerces, es sólo que lo pones en práctica. Yo por ejemplo, creo en la suerte. No hay destino. Sólo hay suerte. La vida es un juego probabilidades. No hay nada escrito.

4. Todo lo que eres es culpa de tu padres. Si, de lo que viviste de niño y vives ahora bla, bla, bla, pero en realidad, es culpa de tus papás. Tus traumas, tus relaciones sociales, tus decisiones laborales, amorosas, tu autoestima, esquema de valores; todo proviene de cómo te criaron el par (porque hasta la ausencia es parenthood). Por eso muchos de nosotros cuando somos más grandes, nos buscamos un loquero que nos encuentra el hilo negro y entendemos por fin que cuando tu padre dejó de cargarte a los 12 fue porque te habían salido las chichis y eso le causó a aquel un conflicto porque no sabe lidiar contigo ahora que eres mujer y entonces por eso tus relaciones con hombres son desastrozas (sound familiar?).

Pero es justamente cuando se tiene esa consciencia que es deber de cada quien tomar responsabilidad de nuestras acciones y nuestra vida. Si ya estás consciente de porqué lo haces, deja de hacerlo, deja de justificarte con el "pobrecito de mi, me traumaron mis jefes". Take responsability. Ser un hijoputa ya no tiene perdón.

Eso conlleva a su vez, perdonar a tus pobre jefes (en algunos casos, no todos los padres merecen perdón) y adecuarte a ellos. They're old. You're not. Te toca a ti moldearte y dejarlos ser, porque ellos ya te dejaron a ti. Ya terminaron de criarte y sólo les queda confiar en que hicieron un trabajo más o menos decente y las decisiones que ahora tomes no van a ser tan pendejas o al menos no van a ser letales. Si tu mamá hornea un montón de panes para entretenerse y no pelearse con tu papá mientras el apuesta con sus amigotes los domingos, déjalos. It's their marriage, es su pedo. No el tuyo. Ya tendrás tus propios desmadres para volverte loco. Y tal vez tus propios hijos que van a mentarte la madre en sus respectivas terapias.

5. La gente que ama a los animales y la que los odia no puede convivir. Aunque en este mundo es todo posible, opposites attract, y hasta judíos y palestinos niños puedan ser amigos, mencionada relación es imposible. Nunca te cases con una vieja loca que odia los pelos y patea perros. O nunca te cases (o andes o whatever) con una vieja loca que le da besos a sus gatos en la boca y que todos sus abrigos están mordidos, babeados y llenos de pelo. La única esperanza es que el odia animales cambie de opinión, pero en muchas ocasiones es pura hipocresía. No quisiera tener la angustia de pensar que mientras no estoy el otro anda pateando a mis hijos de cuatro patas. Y les va a pasar. So really, don't go there.

¿Qué piensan ustedes?

12 de marzo de 2010

Simil

Si busca uno el nombre de La Seductra en Facebook va a encontrarse con varias opciones a elegir. Algunos me conocen ya (muchos de los que leen este blog) pero si no, lo reto a descubrir cuál de las siguientes fotografías corresponde a la verdadera chica detrás de las teclas.

Las mujeres que verán a continuación provienen de distintas partes del planeta. Desde Costa Rica hasta California, Argentina y varias mexicanas. Algunas son estudiantes, otras profesionistas. Muchas solteras y algunas en una relación, pero ninguna casada. Todas tienen el pelo oscuro, y la sonrisa grande al igual que los ojos. Varían en pesos, pero más o menos obedecen todas a una misma escala. A muchas les gusta la playa y recientemente fueron de vacaciones, otras están estresadas por la escuela y varias están muy enamoradas (o al menos eso quieren que sepan sus contactos).

Yo soy de pelo oscuro y ojos grandes igual que la sonrisa. Me gusta la playa y recientemente (más o menos) estuve de vacaciones. No estoy casada y mi peso varía al igual que el stress. Estudio y trabajo, yes I do. Ahora si, guess who.





Chale. Qué nombre más genérico compartimos.