24 de enero de 2008

Y que la Seductra choca...again.

Talkin' to myself and feelin' old
Sometimes I'd like to quit
Nothing ever seems to fit
Hangin' around Nothing to do but frown
Rainy Days and Mondays always get me down.

Últimamente el panorama está salado.

Soy una mujer sumamente supersticiosa -in a charming way-que cree que los gatos negros son de buena suerte (witch remember?), no se debe pasar debajo de las escaleras, si dejo la bolsa en el suelo me vuela el dinero-like I’ve got any-y nunca se pasa el salero de mano en mano ni se deja la sal caída sobre la mesa; se echa para atrás con todo y su mala suerte.

No sé que se me habrá escapado en estos días. Intento acordarme si rompí un espejo –por que me deparan siete años de torturas- o malinterpreté al gato de hace unos días, o de plano tiré un costal de sal en la mesa (la arena playera no cuenta. ¿O si?). Point is, las cosas no me están saliendo del todo bien. A veces se siente-como dijeron Fito Páez y Joaquin Sabina circa 1996- Bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, llueve sobre mojado.

Para empezar he tenido muchos días de mal sueño con mucho frío y cansancio. Si, es probable que se deba a factores lógicos como carga de trabajo exhaustiva, mal manejo del tiempo y desequilibrios emocionales –que vaya que tengo-. Pero creo que a pesar de toda interpretación éste lío no es del todo común. Me duermo muy tapada y tengo frio, por ende me pongo muy dura, por ende amanezco toda torcida y medio patuleca, lo que provoca que me duela el cuerpecito y ande de malas todo el día. Así dormir mal me jode todo el panorama semanal. No me da tiempo de hacer nada, solo trabajo, como y duermo. Quite the drama queen huh?

Sin embargo, con todo eso se puede vivir, sólo falta que una se haga a la idea y le de la vuelta a la chinguita matutina y nocturna. Pasada la costumbre a la nueva rutina las cosas empiezan a mejorar, o por lo menos eso espero.

A lo que nunca, nunca, nunca me voy a acostumbrar es a las desgracias en el tráfico. Es la experiencia más flipante que he tenido y tendré jamás. Me transformo. I literally lose it. Antes había dado cuenta de sendo incidente en los últimos meses del mes número siete. En septiembre me chocó una hija de la gran puta y se largó la muy cabrona frescamente en su borrachera (for further details: Y que la Seductra se va de Reven Tricolor).

Ese día salí con todo y taconcitos en mano muy, muy indignada con una flor en la cabeza gritándole a la idiota de la ciudadana las peores injurias que escuchará en su tristísima existencia. Lloré, moqué, di patadas y enloquecí porque me parece una mentada de madre tener que cargar con la menuda ostia de traer el coche jodido o esperar a que te lo arreglen y andar pidiendo ride o trepada en transporte público -por muy divertido que lo encuentro, don´t get me wrong- hasta que a las 1,200 te regresen tu “unidad”.


That clear, prosigo a comentar que no es la segunda, ni la tercera vez que yo y mi amado Chococat a.k.a my car, hemos sufrido de un disturbio de tal magnitud. Y mis reacciones cada vez son peores. Primero era mi culpa, therefore sacaba todo mi charm de niña novata del asfalto y pedía perdon hasta conseguir conmover al afectado. Después era culpa de ambos y me salía lo cabroncita ciudadana del mundo who keeps her cool y arregla el pedo con lentes oscuros y grandes tacones. Ahora no es mi culpa, -the last three-así que me asusto terriblemente (it’s quite a show I tell you), lloro sin control alguno y grito maldiciones al merecedor de mi odio.

Llevaba unos meses limpia de accidentes -bueno cuatro, which counts-, y andaba yo muy fresca rumbo a la chamba saliendo de la autopista Acapulco-México –si chicos y chicas, ahí radico ahora- para entrar a Viaducto Tlalpan y llegar a trabajar-yo tan workoholic que soy-. De pronto un trailer cambió de opinión y desde el carril de la extrema izquierda se dejó venir hacía mi con toda su brutalidad gorilezca. Yo no supe que hacer y me quedé parada, y de repente, el mandril enorme y blanco también. Pensé que tal maniobra representaba una gentileza y caballerosidad inesperada y me había cedido el paso. Por ende, me adelanté un poco.

Al mismo tiempo el Moby Dick de ruedas hizo lo mismo en mi dirección. Yo toqué el claxon desenfrenadamente, pero el no se detenía. De pronto se detuvo. Sobre mi costado, mi espejo y mi facia. Y nos enganchamos. Yo no podía salir y empecé a lloriquear -por supuesto-, el se fue en reversa, me jaló con el, se zafó y…se escapó como era de esperarse.

Entonces me quedé solita con mi golpe y mi desgracia. Intenté perseguirlo pero Chococat no me respondía, así que opté por irme a la gas, por crédito telcel y a hablarle al seguro. Todo esto entre mucho tartamudeo, lágrimas y mocos. Llegó la Dra. Nieto en mi auxilio y me llevó a comer helado en la tarde. Al final yo ya andaba más tranquila, con Chococat en el taller y el trozo de mierda ese libre, pegándole a más doncellas inocentes en Chevys.
*Nota al pie: Kudos a Seguros Banorte. Son lo más buen pedo y eficientes.

Todo este suceso ocurrió después de varias noches de desvelo y enfermedad de panza. Enfermedad grave, dolorosa y tremendamente agotadora. ¿Ven queridos lectores? Estoy salada. Mucho. Seguro alguien me anda haciendo maldades con gallinas negras. Creo que voy a comunicarme pronto con mi Pitonisa del Caldero.

Por lo pronto me despido con una disculpa por no haber posteado antes. Mando saludos a mi Abuela Pacheca por sus 22 primaveras cumplidas el día de ayer. Besos descontrolados a ti mi querida.

What I feel has come and gone before
No need to talk it out
We know what it's all about
Hangin' around
Nothing to do but frown
Rainy Days and Mondays always get me down.


Un beso grande de boca chueca.
Bye.
“Es divertidísimo ser Yo”- Diego

P.S. El desvelo del domingo se debió a una intensa sesión de grabación de audio. El resultado fue el Podcast del Mundo Independiente: Véase el Podcast de Indie Rocks!

La Aseguradora más buen pedo y eficiente:
Banorte
Le Podcast
IndieRocks!

13 de enero de 2008

Y que a la Seductra le sale lo Mística Espiral.

Art: Leonora Carrington, 1951

Estoy lavando una gatita rubia en el lavabo de algún hotel, pero no es cierto, parece más bien que es Leonora, que lleva un abrigo amplio y que necesita ser lavado.
La rocío con un poco de agua de jabón y sigo lavando la gatita, pero muy perpleja y turbada, porque no estoy segura de a quien estoy bañando.


Hace muchos años previos a las manifestaciones Seductrales, una servidora vivía en otros rumbos, otros olores y con otras personas. Tenía dos compañeros de casa que se convirtieron en tres -un poco a mi pesar en el momento - al cabo de un rato. Durante mucho de ese tiempo de soledades vi algunos huéspedes que curiosamente nadie más notaba. No estoy segura de haber platicado gran cosa con los huéspedes que no duermen, pero si recuerdo haberlos visto. Un día se me ocurrió comunicar de las visitas de mis amigos insomnes y me tacharon de alucinada febril.

Además tenía un talento medio aguafiestas de adivinar lo que había adentro de los regalos. Como una navidad en que le describí a la Dra. Nieto sus plumas doradas nuevecitas acompañadas de un lapicero. Véase que el mencionado regalo estaba envueltito y yo era una piccola de cuatro años.

También sabía de pequeñas desgracias que iban a ocurrir a unos minutos o unas horas de que pasara nada. Cómo cuando no iba a estar el auto del siglo afuera. Que la entonces Maestra Nieto no se iba a dar cuenta a primera instancia por confundirlo con otro parecido pero de otro siglo. Y que iba a correr para ver que algún malandro se lo había llevado. Iba a llorar, fliparse un momento y parar un taxi para poder irnos a la escuela. Y yo sabía desde antes de abrir la puerta.

Así se sucedió uno que otro incidente. Pero a partir de las acusaciones de alucinación -cortesía de la eterna infección de la garganta- dejé de ver a mis Amigos Invisibles. Estaba recién cambiada de casa la última vez (¿coincidencia?) y para no sentirme la loca renuncié a todo el asunto de hablarle al aire a la “I see dead people”.

Pero algunas cosas no dejaron de pasar. Como eso de andar viendo escenas que no han pasado y parece que pasan dos veces. Y terminar en la cabeza la frase de los otros. Saber quien va a entrar por la puerta y adivinar la canción en el radio antes de prenderlo.

No le dije a mucha gente. Suficiente había tenido con la expresión de terror de la Dra. como para verla repetida en caras nuevas y amistosas. Durante mis años de acné invasor de vanidades, batallas a muerte con la báscula y pelo verde de imitación de novela setentera, tenía la cabeza en otro lado y mis incidentes brujiles fueron desvaneciéndose.

Honestamente se me fue olvidando. Salvo uno que otra lectura de tarot, (muy reveladoras y aterradoramente atinadas por cierto) decidí que nada había pasado de verdad, que me lo había inventado por ver tanta tele. Me convertí en una miedosa chillona de closet. Eventualmente hasta eso se me acabó quitando.

Desde entonces hasta ahora han pasado alrededor de cinco años. Picos más y picas menos. Hasta que en el departamentito de porquería de mis amores dejé de sólo escuchar lo que escuchábamos todos los espantados de los “espantos” del piso de arriba. Ya no sólo eran canicas que rodaban y cuentas que caían de un collar roto. Ahora cuando estaba sola me forzaban el cerrojo y no estaba más que el gato. Y ahora de repente se me abría la puerta de un golpazo. La volvía a cerrar a consciencia y volvía a abrirse furiosa. Saludaba por que escuchaba llegar al Lobo Feróz, sin recibir respuesta por que no había nadie. Y así una tras otra tras otra. Sorpresivamente no me salieron los lloriqueos. Decidí tomarla tranquila y hacer preguntas. Muchas preguntas.

Así fue como la Dra. Nieto me confirmó mis recuerdos y me creo unos nuevos de mis locuras fantasmales. Poco a poco fui tomando todo aquello como más o menos cierto porque de verdad no estoy tan chiflada (sólo un poquito y se manifiesta de otras maneras). Rasqué con cuchara la memoria y caí en cuenta de que muchas cosas que había querido habían pasado. Tonterías como que “me llegara” mi primer novio en 2º de primaria o que me regalaran la Barbie que hablaba en mi cumpleaños. Además de haber visto gentecita bicolor y flotante alguna vez.

El tiempo pasó y-como estaba escrito- conocí a mi Pitonisa de Caldero particular que me metió un buen susto clarividente y me quitó mis paranoias. Dijo en una tarde de champiñones con queso y mucho té que paulatinamente iba a saber que pedo con el pedo del rollo loco de las magias y las dimensiones. Le creí un poco a medias, por que deep down no me la acabo de comprar a mi misma.

Hasta que llegué a mis nuevos aposentos y lo supe. Aquí no nada más vivimos cuatro. Viven más que vinieron con nosotros o ya estaban, no sé, pero esto parece casa de huéspedes. O igual no son muchos más, pero definitivamente we are not quite on our own.

Por lo pronto lo que ando viendo son gatos. No. No son personas. No. No son mis gatos.

Es un gato negro que anda por toda la casa y se me desaparece. En la repisa, en el baño, en la cama, comiendo flores y en el closet. Algo así como Alice in Wonderland. Ahora me ves, ahora no me ves.

Dice la Pitonisa del Caldero que los siga a ver quien es. El problema es que se me van muy rápido. Y que me sale lo miedosa. Sobre todo después de la carretera y el ranchero que Ms. Yellow no vio y yo si. Y mucho y con muchísima luz azul cielo.

Y que no ha parado.

He visto algunas varias siluetas por las calles, en las entradas, flotando por los puentes y otros sitos; tanto urbanos, como pseudo campiranos. Ellos no saben que yo sé. Y que bueno, que si no me muero del terror.

De mis dos nuevos visuales, prefiero los primeros. Los gatos no me asustan. Los gatos son de brujas porque son como brujos. Son bonitos, llorones, se me hacen personas viejas. Me gustan mucho. Y andan también por todos lados. Vivos y al tacto, si, pero es una exageración andármelos encontrando tan seguido.

Así, ando medio espantada pero getting used to it. No estoy loca, aunque seguro la pobre Seductra reciba muchos “deseos sin represión de comentar” con mentadas de madre y renuncias a su credibilidad. Ni modo. Este depa es mío e incluye a mis gatos de sueños y mis fantasmas de azotea.

Por lo pronto me despido escribiendo con la luz parpadeante y una conexión a la interné digna del 89’ -con todo y ruiditos telefónicos-. I’ll keep you posted.

Un beso bigotón.
Bye.


La gata-Leonora ha desaparecido.
Yo siento un terror súbito: ahora voy a saber algo que mejor ignorase.
-R. Varo.
“El papel ese que te piden cuando te multan.” –Rulo
Véase: La tarjeta de circulación, que sólo para eso la tienes.

7 de enero de 2008

Y que la Seductra Regresa

Oh, mister, wait until you see
What I'm gonna be


I've got a plan, a demand and it just began
And if you're right, you'll agree


He vuelto a la rutina, a trabajar, a la casa nueva con asuntos viejos por arreglar. A viejos amores, a nuevos horizontes, a esperanza reencontrada y a recuerdos escondidos en cajones. Estoy de vuelta teniendo regresiones de sensaciones musicales, escribiendo en la agenda nueva parecida a la de siempre y bronceada como me gusta estar. He vuelto a los tacones muy altos pero ahora son color rosa. Con dorado. Lo que me provoca emoción de la misma combinación.

He vuelto de Playa Ventura pero volveré pronto. Dicen que uno olvida cosas con intención de regresar. Yo dejé un cachito de corazón. Voy a regresar a darle un checada y dejarlo que se siga mojando en el mar picado con las tortugas y los turistas mal educados. La experiencia fue tal que me cuesta volver a escribir, obligarme a teclear lo que se me ha grabado atrás de los ojos, en los poros levantados y en la lengua con sabor a sal naranja.

Lo intentaré en algún momento.

Por lo pronto he vuelto y quitando clichés, si me siento renovada. Me veo muy diferente en el espejo. Un año más vieja, un año más vivida, más dolida, más amada, agradecida y más bella como resultado.

Tal vez de afuera, pero más bien de adentro.

Dejo una regresión de sueños que se repite una y otra vez en mi cabeza con mi voz de niña. Me escucho. Me escucho como veo fantasmas en carreteras. Cosas bonitas de otros tiempos.

Jack and Jill
Went up The Hill
To fecth a pail of water
Jack fell down and broke his crown
And Jill came tumbling after.


Jimena se me va el jueves por algún tiempo. Se va a la tierra de las hadas sobre organizadas en bosques de plástico y pantallas planas. Se va a reencontrarse con Silverio en Estocolmo y darse una vuelta por París a riesgo de llevarse una golpiza impartida por mi parte aunque sea del otro lado del mar. Te quiero.

Un beso con miel.
Bye.

Here's coming a better version of me
Here it comes a better version of me

Here it comes a better version of me


"Querétaro es como de juguete no?"- La Seductra

P.S. Les dejo un vidio pa' curiosos conocidos y por conocer de mi año de meteoros.

http://www.youtube.com/watch?v=SJUlrSAAhVo