Marriage is a social union of individuals that creates kinship. This union may also be called matrimony, while the ceremony that marks its beginning is usually called a wedding and the married status created is sometimes called wedlock.
Desde hace algún tiempo pienso obsesivamente en aquello de: "prometo serte fiel en los próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, prometo amarte y respetarte por todos los días de mi vida". Y ahora más porque mi mente acaba de ser absorbida completamente por una película maravillosa en todos aspectos: Revolutionary Road.
Fotografía, dirección de arte, vestuario, actuaciones, dirección, producción, guión...todo me fue impecable. Y es que Sam Mendes hace lo mejor de lo mejor en la pantalla grande en los últimos años.
Ya está en renta aparte.
¡Véanla!
Pero bueno, pienso en aquello porque me gustan las bodas y todo eso, pero más bien por el "hasta que la muerte nos separe". Ayer iba manejando en Coyoacán y por el espejo retrovisor me topé con dos caritas contentas de una pareja de viejos. Ella se comía una paleta de vainilla con chocolate crujiente y el le pasaba la servilleta mientras le platicaba distraído con el tráfico.
Componían una fotografía azulada y antigua, nostálgica incluso. Eso ya no existe. O tal vez para ellos tampoco exista y sólo están teniendo un tierno momento de resignación y compañía acostumbrada. Porque, ¿en verdad existe una persona con quien disfrutes pasar el resto de tu vida?
No sé. No creo. Espero que no sea así. A veces.
A todos (o casi, vamos) nos da una seguridad imbécil pensar que ahí afuera está prince o princess charming que nos va a venir a iluminar el mundo de aquí a que regresemos a usar pañales. Y claro que suena bien, si lo menos que cualquiera podría desear sería quedarse solo. No dudo que haya hermosas historias en que ambas partes estuvieron enamorados hasta el final. ¿Pero que tanto sucede eso en verdad? ¿No será que se acostumbran al mueble con pelos que tienen al lado and they do the most of it? ¿No será que más bien te quedas con tu mejor amigo, y esa es la relación que estableces? Creo que eso me parece más factible y más esperanzador que estar enamorado toda tu vida de una persona, porque esa opción me parece imposible.
Completamente.
Imposible.
Porque la verdadera vida reside en enamorarte más de una vez. Enamorarte de la piel, de los olores, del maravilloso sexo, la cabeza y la mirada. De los chistes, los errores, los tics y los traumas del otro. Es la etapa que todos anhelamos. Siempre. Aunque digamos que no es cierto y que la estabilidad es lo mejor que nos ha pasado. BULLSHIT. La estabilidad sólo es hermosa cuando amas.
Y eventualmente el amor se muere, porque es el ciclo de la vida emocional y darwiniano de todos.
Entonces. Me da pánico el matrimonio.
No quiero amarrarme a no poder enamorarme de nuevo.
De alguien más.
Y de hacerle daño a ese otro que alguna vez amé y ahora le guardo un amor de antaño pero me gusta otro y entonces hay divorcio o infidelidad.
Que maldita complicación más horrible.
Y luego que tal que el amor verdaderoyduraderohastaquenotengasdientes si existe -a veces- y tú tenías la suerte de haberlo encontrado.
Si me casara mi matrimonio perfecto sería aquel en el que nunca nos resignáramos a ser como no queríamos (Revolutionary Road). Quiero a un loco a mi lado que se vaya de viaje conmigo de repente y de la nada y que se sepa divertir hasta que seamos unos rucos que tengan amigos en todas las latitudes. Que tenga una vida tan interesante a parte de la mía que todos los días me cuente algo nuevo que me haga reír. Y que cada desayuno que hagamos juntos yo le platique algo que no supiera y que se integra a su enciclopedia cerebral. Alguien que nunca se canse de mí y yo de él.
Pero es no existe. Aunque yo quiera mucho, mucho que exista.
Chale.
No hay moraleja.
Quiero amar mucho.
Es lo mejor que puede pasarme.
En fin.
Besos confusos.
Bye.
Fotografía, dirección de arte, vestuario, actuaciones, dirección, producción, guión...todo me fue impecable. Y es que Sam Mendes hace lo mejor de lo mejor en la pantalla grande en los últimos años.
Ya está en renta aparte.
¡Véanla!
Pero bueno, pienso en aquello porque me gustan las bodas y todo eso, pero más bien por el "hasta que la muerte nos separe". Ayer iba manejando en Coyoacán y por el espejo retrovisor me topé con dos caritas contentas de una pareja de viejos. Ella se comía una paleta de vainilla con chocolate crujiente y el le pasaba la servilleta mientras le platicaba distraído con el tráfico.
Componían una fotografía azulada y antigua, nostálgica incluso. Eso ya no existe. O tal vez para ellos tampoco exista y sólo están teniendo un tierno momento de resignación y compañía acostumbrada. Porque, ¿en verdad existe una persona con quien disfrutes pasar el resto de tu vida?
No sé. No creo. Espero que no sea así. A veces.
A todos (o casi, vamos) nos da una seguridad imbécil pensar que ahí afuera está prince o princess charming que nos va a venir a iluminar el mundo de aquí a que regresemos a usar pañales. Y claro que suena bien, si lo menos que cualquiera podría desear sería quedarse solo. No dudo que haya hermosas historias en que ambas partes estuvieron enamorados hasta el final. ¿Pero que tanto sucede eso en verdad? ¿No será que se acostumbran al mueble con pelos que tienen al lado and they do the most of it? ¿No será que más bien te quedas con tu mejor amigo, y esa es la relación que estableces? Creo que eso me parece más factible y más esperanzador que estar enamorado toda tu vida de una persona, porque esa opción me parece imposible.
Completamente.
Imposible.
Porque la verdadera vida reside en enamorarte más de una vez. Enamorarte de la piel, de los olores, del maravilloso sexo, la cabeza y la mirada. De los chistes, los errores, los tics y los traumas del otro. Es la etapa que todos anhelamos. Siempre. Aunque digamos que no es cierto y que la estabilidad es lo mejor que nos ha pasado. BULLSHIT. La estabilidad sólo es hermosa cuando amas.
Y eventualmente el amor se muere, porque es el ciclo de la vida emocional y darwiniano de todos.
Entonces. Me da pánico el matrimonio.
No quiero amarrarme a no poder enamorarme de nuevo.
De alguien más.
Y de hacerle daño a ese otro que alguna vez amé y ahora le guardo un amor de antaño pero me gusta otro y entonces hay divorcio o infidelidad.
Que maldita complicación más horrible.
Y luego que tal que el amor verdaderoyduraderohastaquenotengasdientes si existe -a veces- y tú tenías la suerte de haberlo encontrado.
Si me casara mi matrimonio perfecto sería aquel en el que nunca nos resignáramos a ser como no queríamos (Revolutionary Road). Quiero a un loco a mi lado que se vaya de viaje conmigo de repente y de la nada y que se sepa divertir hasta que seamos unos rucos que tengan amigos en todas las latitudes. Que tenga una vida tan interesante a parte de la mía que todos los días me cuente algo nuevo que me haga reír. Y que cada desayuno que hagamos juntos yo le platique algo que no supiera y que se integra a su enciclopedia cerebral. Alguien que nunca se canse de mí y yo de él.
Pero es no existe. Aunque yo quiera mucho, mucho que exista.
Chale.
No hay moraleja.
Quiero amar mucho.
Es lo mejor que puede pasarme.
En fin.
Besos confusos.
Bye.
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