13 de julio de 2010

The Gents


Qué difícil ser hombre. Qué fácil a veces también. Pero qué complicado crecer siendo uno, formarse como uno. Los hombres aprenden a serlo educados por distintas influencias, traumas, ejemplos, visuales, recuerdos y héroes. Y van conformando su identidad etapa por etapa, un hombre no es siempre el mismo. Por eso el recuerdo de tu antiguo amigo, ex novio/esposo, padre, hermano nunca va a ser del todo real. El que es ahora no es el que fue contigo. No completamente. Cada momento decisivo es un constante enfrentamiento con todo lo que aprendiste que debías ser, lo que ahora eres y lo que deseas ser después.

Cada etapa entonces, tiene sus respectivos contratiempos. O al menos eso siempre he pensado ante la fantasía de ser hombre por un día, o por toda una vida. Me pregunto a veces qué tan similar sería mi personalidad y concepto de los otros de no tener que usar brassiere. ¿Sería más preocupado de mi aspecto o menos? ¿Sería popular o encantador? ¿Un casanova? ¿Un perdedor? ¿Sería todas las inseguridades con las que cargo sin la encantadora ventaja de ser una chica bonita? De conocerme ¿me interesaría en un hombre como yo?

Por mucho que uno invierta neuronas en el asunto, nunca podremos saberlo (afortunadamente). No hay respuesta correcta. Sólo existe la posibilidad de volver a escenarios comunes con los que conocemos del otro sexo e imaginarnos sus reacciones de haber ellos andado en nuestros zapatos, o de nuestra reacción de haber sido aquellos. Es por eso que digo, qué difícil ser hombre.

Un niño tiene mayores probabilidades de ser molestado sin compasión por el resto cuando llega a una nueva escuela. Las niñas son también torturadas, pero siempre existen ciertos límites que no se rebasan en su caso. Si bien una pobrecita puede ser humillada hasta las lágrimas por las dolorosas palabras de sus congéneres, un niño puede pasar por igual escenario, pero no “puede” llorar (or else). Además, se le suma la amenaza constante de ser golpeado, su cabeza hundida en excusados, calzón chino aplicado y un largo, largo etcétera.

Para evitar la escena antes descrita, los niños aprenden desde chicos a ser unos hijosputa. Muy carismáticos seguro, pero pocos son los casos (creo yo) en el que aquél que la lleva bien con todos, no se busca problemas. Esos son sin duda los más charming de los sapos que una se encuentra graduados. Pero son los menos. Y lo son, por que la tentación de supervivencia a costillas del underdog es muy grande. Por presión y por sencilla. En etapa de estudiante, qué difícil ser hombre.

Porque hay que ser encantador, divertido, atractivo, cabrón, que no se raje, inteligente etc. Si no, hay viaje directo al peldaño más bajo de la escalera social (y las torturas que conlleva). Qué miedo.

Pasado lo cual, la vida se aliviana un poco, aunque en realidad creo que la etapa infantil no es más que un foreshadow de la vida adulta. El mismo teatrito se repite y la presión nunca se acaba. Todo el mundo se comporta como lo hizo de niño o como lo trataron de niño. La distinción es que somos menos directos y más sutiles. Al final la putada es la misma. Y la presión de ser un tipo respetable también. Sobretodo teniendo en cuenta, la necesidad de competencia masculina tan grande e inevitable. Los hombres compiten como forma de vida.

Empiezan de chicos y continúan de grandes. Lo que fuera ser el mejor jugando videojuegos termina por ser el que tiene el cheque más grande. El mejor portero compite contra el más galán de la banda, o el más conocedor, el más informado, el que mayores argumentos tenga para defender a su equipo de fut. Y así en la oficina y en el café, en las fiestas, los negocios, las vacaciones, la televisión. Todo. Igualito que las competencias de medirse el pene durante la pubertad.

Por eso, por ejemplo, los hombres son unos patanes con las chicas a veces. Porque ser patán te hace más hombre, opinan algunos. El ganador de la competencia de who gets more pussy. Y siempre será más cómodo tomar el atajo a la (supuesta) hombría. Además, eventualmente un historial de conquistas rotas, seguro te levantan la autoestima. Entonces hasta el mejor tipo puede sucumbir y no es enteramente su culpa, el corazón se enfría con el tiempo y la costumbre.


Conclusión. Aunque a veces quisiera haber sido uno de ustedes, a veces agradezco no serlo. Si bien tienen muchas, muchísimas ventajas sobre una (mismas que son perpetuadas incluso por las mismas viejas) nosotras las tenemos también a la inversa. No sé si hubiera podida lidiar con sus obstáculos y acabar bien parada (o). Chicos del mundo, sé que se hace lo que puede.


P.D. Si, las mujeres también somos unas culeras, competitivas del terror, pero saben a lo que me refiero en las líneas de arriba...

7 comentarios:

  1. Te acabo de leer, y te voy a releer para darte que veas que las cosas no siempre son lo que parecen.

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  2. "¿Qué dificil ser hombre?"
    A diferencia de muchas mujeres, los hombres si podemos tener una amistad verdadera entre nosotros mismos, podemos perdonarnos y compartir sin competir.

    Te puedo decir que uno como hombre puede ser todo aquello que nombras a la vez. Podemos ser principes, sapos, patanes, tiernos, calenturientos, fríos, honestos, leales, OGTs, cabrones, etc...
    Recuerdo que una vez una amiga me dijo, que tener buen gusto en el vestir, es parte del paquete de "ser chica". Es igual en este caso, todo aquel que haya sido un patán contigo, no necesariamente es un patán "absoluto", pero es parte del paquete de "ser chico". Solamente trata de imaginar la vida de una persona que es patán el 100% del tiempo, o vicesversa, imagina a una persona que es "un tierno" con todas las mujeres y en todo momento... pobre wey!.

    Hablando de la competencia que tú mencionas, eso es parte de la naturaleza, y con esto me refiero a que está en todos los "machos" del mundo (e incluso en las "hembras"), y me estoy refiriendo al género "másculino" y no al concepto de macho. Desde siempre, la selección natural se ha encargado de segregar a los "débiles" y propagar a los fuertes, pero en nuestro mundo humano, hay muchos tipos de fortalezas, hay por ejemplo el que es bueno con la palabra, el que es fuerte y atractivo físicamente, el que es bueno para controlar a los demás, incluso el que es bueno en los videojuegos ya tiene una forma de sobresalir de la perrada. Imagina que todos fueramos iguales, ¿cómo seleccionas al que más te gusta?. La competencia nos hace crecer y aprender.

    Entiendo que tu hilo fue más enfocado al hecho de imaginar querer ser hombre, y lo que te quiero decir es que quizas nunca lo entenderás, pues no puedes ser uno.

    Mi conclusión es que un hombre es un hombre, tan tan! y dentro de uno mismo hay todo eso que ya mencioné. Para terminar yo recordaría a todos los que en algún momento se nos ha pasado la mano con alguna de nuestras "cualidades", aquella frase de Lou Reed que dice: "you are going to reap just watch your sow"

    Perdona la gran cantidad de clichés, pero el tema también es uno.

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  3. Estoy absoluta y completamente de acuerdo contigo. No creo que todos los hombres sean iguales, ni que siempre tengan el mismo rol, ni que sean faltos de virtudes. Al contrario, a mi los hombres me encantan desde todos los puntos de vista y mis más grandes amigos pertenecen al sexo opuesto. El post es un tributo, nunca un ataque. Les reconozco que a veces debe ser bien difícil estar abajo de su propia piel.

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  4. Qué cosas... Justo en estos tiempos coincido contigo en aquello de preguntarse y repreguntarse "¿qué chingados significa ser hombre?", sólo para encontrarse peleando de nuevo por encontrar una respuesta que me plazca al cien por ciento...
    Claro, está aquello de ser la fuerza proactiva, el que ostenta el poder, el fuerte, el sostén de la familia, el rebelde (y en algunos casos el proscrito), el ogete hijoputa, el cabrón, el perro, el genio, el poeta... todas esas cosas que son tan obvias como que uno tiene pene, testículos y mucho vello; o sea que dicen apenas nada del verdadero yo en realidad.

    Yo creo que puedo ser más que sólo hombre (o el hombre que la sociedad, la especie ó el género quiere que sea) y en verdad me jode mucho (me ha jodido al menos hasta ahora) tener que aprender de tantas influencias tan disímiles, contradictorias, absurdas y anacrónicas que la vida me ha puesto enfrente.

    Pero pues ahí la lleva uno... cada vez más contento con la persona que uno se construye para sí mismo. Y es que al final del día todo se resume en eso ¿quién quiero ser?

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  5. Pues a mi me encanta el hombre que eres, mi adorado Juan.

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  6. Sí lo sé... yo también me encanto (sólo digo que no fue fácil llegar ahí) jajajaja.

    Además otra cosa, creo que un hombre de verdad se forja con ayuda de mujeres de verdad (y viceversa)... Lo cual me parece sencillamente hermoso.

    Y gracias preciosa Ceci, a mi también me encanta la mujer que sois...

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  7. Siglos ha de haber sabido de ti y creo que aún mas de leer algo tuyo.

    ES curioso pero creo que una cosa que es importante y se te escapó es que la mayoría de nosotros, los que tenemos cromosomas diferentes a las mujeres, no pensamos demasiado QUE DEMONIOS es ser hombre...sólo seguimos jalando pa´lante as long as possible.

    La verdad es que la introspección, la búsqueda interior y el no caer en el cliché total (ser hombre es ser hombre y se acabó) es, en mi experincia con la perrada, la regla predominante.

    Para aquellos, la minoría, que SÍ pensamos en qué es ser hombre siempre terminamos cocando de frente con hipérboles de sabiduría popular, clichés fáciles de ver y difíciles de seguir, decisiones y errores y sobre todo mucha inseguridad de que es lo que sigue aunque casi nunca lo confesemos.

    Creo de vdd que eres muy mujer, inteligente para cualquier género y está bien que sientas que está bien ser mujer cuando se es mujer. El lío de ser hombre solo te deja ser peludo y morir del corazón (Chandler Bing dixit).

    Yo por mi parte sigo sintiéndome fuera de lugar acerca de lo que mi sexo, género o como quieras llamarlo me destina...es la misma sensación que tenía cuando los borregos se dieron cuenta que era yo un LCC y no lo creían porque todos los de esa carrera eran putos mientras que mis compañeros LCC´s no podían concebir que fuera borrego ya que todos son pendejos consuetudinarios...shit, creo que ese feeling de no encajar es ser hombre para mi.

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