Tengo muchos perros.
Tengo seis para ser exacta.
Y todos son rescatados de la calle.
Rescatados de morir de hambre, de enfermedades, de frío y demás tragedias.
Y no soy como el resto del pueblo que no hace nada.
Y se que hay mucha gente que piensa como yo.
Y van a faltarle palabras para describir todo lo que les pase por la cabeza y el alma cuando sepan esto.
Nunca copio cosas de ningún otro lado.
Pero ésto me parece inaceptable.
No cabe duda que hay trozos de mierda en todos lados.
Ojalá a éste lo metan a la cárcel.
Pero en éste pinche mundo de injusticias donde la muerte es arte no va a pasar nada.
Y luego me sorprendo de que la gente respete a la pendeja esa de la congelada de uva.
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Un execrable hecho ocurrido en agosto en la Galería Códice de Managua ha desencadenado la ira y la indignación de bloggers y defensores de los animales en Centroamérica en las últimas semanas. La noticia ha saltado a los medios a comienzos de este mes.
El costarricense Guillermo Vargas, alias Habacuc, les pagó a unos niños para que le trajeran un perro callejero, a fin de utilizarlo en una exposición titulada 'Eres lo que lees' (palabras escritas con concentrado en la pared), en la que según él rendía homenaje a un tal Natividad Canda, 'nicaragüense que murió tras ser atacado por dos perros rottweiler en un taller en Cartago', Nicaragua.
En la instalación, Natividad, como Vargas le puso al perro, fue amarrado a una esquina de la sala, donde sonaba 'un audio con el Himno Sandinista al revés, fotos y un incensario, [en el cual] se quemaron 175 piedras de crack y una onza de marihuana', según La Nación de San José. Horas más tarde, el perro murió de inanición. Vargas afirmó en su defensa que 'lo importante para mí era la hipocresía de la gente: un animal así se convierte en foco de atención cuando lo pongo en un lugar blanco donde la gente va a ver arte pero no cuando está en la calle muerto de hambre. Igual pasó con Natividad Canda, la gente se sensibilizó con él hasta que se lo comieron los perros.
Nadie llegó a liberar al perro ni le dio comida o llamó a la policía. Nadie hizo nada'. Remató diciendo que 'el perro está más vivo que nunca porque sigue dando qué hablar'. Durante la exhibición algunas personas pidieron la libertad del perrito, a lo que él artista se rehusó. El nombre del perro era (fue) Natividad, y se le dejó morir de hambre a la vista de todos, como si la muerte de un pobre perro fuera un show mediático desvergonzado en el que nadie hace nada más que aplaudir o mirar desconcertado.
Definitivamente somos lo que leímos: puras croquetas. En el lugar [en] que el perro estuvo expuesto sólo queda un cable de metal y una cuerda. El perro estaba sumamente enfermo, renqueaba y no quería comer de todos modos, así que en un entorno natural hubiera muerto de todos modos; pero así son todos los pobres perros: tarde o temprano se mueren o los mueren.
Los animalistas han iniciado una campaña en internet que busca impedir que Vargas represente a Costa Rica, junto a otros cinco artistas escogidos por un jurado del que formaba parte la colombiana Ana Sokoloff, en la Bienal Centroamericana que se realizará en Honduras en 2008.