2 de enero de 2012

2011

Este año dejé la casa de mis papás definitivamente.
Vivi con un par de roommates.
Me quedé sin dinero a la mitad del mes y tuve que recurrir a las latas.
Aprendí a limpiar un baño.

Y calcular cantidades de verduras para la semana.
Fui a clases de comida hindú.
Caminé UN CHINGO.
Cambié de trabajo.
Hice amigos nuevos.
Me puse varias, largas y divertidas pedas.
Otras no tanto, más bien al contrario.
Entre al bendito gimnasio y falté un chingo y luego no tanto.
Vi un montón de películas y tele.

Regresé a la música.
Me enamoré.
Extrañé hasta las lágrimas.
Lloré hasta el cansancio.
Tuve buen sexo. Buenísimo.
Y muy malo también.
Dejé de escribir.
Me pinté el pelo de todos los colores que pude.
Fui a ver a Beirut.
Y a Portishead.
Lei puros libros buenos (y varios).
Me mudé sola. Solísima.


No estuvo mal.
Feliz 2012.