I certainly haven’t been shopping for any new shoes
-And-
I certainly haven’t been spreading myself around
I still only travel by foot, and by foot, it’s a slow climb
But I’m good at being uncomfortable, so
I can’t stop changing all the time
Hey! Te escribo desde tu nueva casa. Te informo que finalmente si te cambiaste y puedes cambiar los planes de retirarle el habla al Lobo Feroz en tus veinte. Creo que te vas a librar también de una cuentota del loquero porque finalmente estás un poco más contenta.
Tus nuevos aposentos no son como los esperabas, has soñado con muchas cosas tan diferentes que cumplir la expectativa está cabrón; pero quedó muy bonito. Aunque no lo creas es más tú de lo que nunca imaginaste. Todo está medio remendado y medio a medias que sé que era justo lo que no querías, pero la verdad es que no se está tan mal. Cumple con los básicos que tanto peleaste en vías de hacerla de decoradora de interiores. Desde el interior de tu cabeza. Pisos de madera, check, ventanal de dos hojas, check, tapanco y escalera, check y hasta chimenea for crying out loud. Ya, sonríe, you know you like it.
Todavía no te la acabas de creer. No vives aquí, es mentira y al ratito te regresan al departamentito de porquería que alberga todos tus sueños, frustraciones, berrinches, dolores y amores. Y ahora que lo piensas, tal vez es por eso que te sientes tan limpia.
Todo eso para bien y para mal quedó atrás. Cuando haces el esfuerzo te es posible recordar muchas cosas color gris perla medio transparente. Te acuerdas de las sesiones de auto-mutilación emocional con ayuda de tus audífonos de avión robados. De cómo se te secaba la garganta y te sabía a sal. De cuánto te dolían los ojos mojados. Y de cómo te jalabas las pestañas para que te tronaran los párpados y pudieras irte a dormir. Piensas en las sábanas que se mancharon de rimel y de tristezas para siempre. De las paredes sucias como de humo, sucias de ti y todas tus tragedias. De cómo tu corazón se destruyó poquito a poco con una que otra reparación poco exitosa en el camino. Y como todo eso se nota en el cuarto de alfombras verdes, ventana de acero y olor a pis de gato y ginebra.
Pero también haces recuento de otras cosas. De cómo aprendiste a besar en las puertas de persiana del closet. De cómo te escondías entre el buró y la pared a escribir el diario mal hecho con prosa de película. Cuando te tomaste las medidas frente a la ventana y te dio tanto gusto el resultado, que se te escapó un gritito de contento hacia la calle. Cuando cantabas a todo volumen desde la cama de arriba éxitos provenientes del casete de Lucerito. También sonríes y se te hacen los cachetes rosas cuando haces recuento de amantes, amores, saliva y sudor en la camita azul. Cada uno especial porque pasó por tu cama. Unos con mayor suerte que otros, unos clientes frecuentes, y otros más guest stars de escapada a deshoras. También te acuerdas de la risa loca por el teléfono blanco. Tantas voces del otro lado te dieron buenas y enormes sonrisas previas al celular. Tal vez por eso ahora tu móvil es del mismo color. El blanco significa risa. No pureza ni virginidad (¡ja!), risa.
Y tal vez por todo eso que pasó entre las cuatro paredes a las que tanto odio les proferiste, eres la que escribe hoy; con todas sus penas, ojos caídos, labios carnosos y manos históricamente sucias. Gracias al techo de bolitas y la alfombra verde tienes historias varias que contar con muchos protagonistas de colores de cera. Y también por eso es que vives en dos dimensiones, ambos departamentitos rosas, perfumados, musicalizados, llenos de mucho aire fresco y ridículamente de mucho amor. Que bueno que todo se acabó pero que no se te olvida.
Hoy es navidad. Te encanta desde siempre y tienes costumbre de tomarle fotos al árbol. Ve a tomarle una para que La Seductra también tenga decoración navideña. Por lo pronto me despido con muchas ganas de bacalao con papas y crema de mariscos nocturna.
If there was a better way to go then it would find me
I can’t help it, the road just rolls out behind me
Be kind to me, or treat me mean
I’ll make the most of it, I’m an extraordinary machine
Un beso de arándano.
Bye.
“Mi marido sabe de mecánica, lo que yo sé de astrofísica”- Cecilia
-And-
I certainly haven’t been spreading myself around
I still only travel by foot, and by foot, it’s a slow climb
But I’m good at being uncomfortable, so
I can’t stop changing all the time
Hey! Te escribo desde tu nueva casa. Te informo que finalmente si te cambiaste y puedes cambiar los planes de retirarle el habla al Lobo Feroz en tus veinte. Creo que te vas a librar también de una cuentota del loquero porque finalmente estás un poco más contenta.
Tus nuevos aposentos no son como los esperabas, has soñado con muchas cosas tan diferentes que cumplir la expectativa está cabrón; pero quedó muy bonito. Aunque no lo creas es más tú de lo que nunca imaginaste. Todo está medio remendado y medio a medias que sé que era justo lo que no querías, pero la verdad es que no se está tan mal. Cumple con los básicos que tanto peleaste en vías de hacerla de decoradora de interiores. Desde el interior de tu cabeza. Pisos de madera, check, ventanal de dos hojas, check, tapanco y escalera, check y hasta chimenea for crying out loud. Ya, sonríe, you know you like it.
Todavía no te la acabas de creer. No vives aquí, es mentira y al ratito te regresan al departamentito de porquería que alberga todos tus sueños, frustraciones, berrinches, dolores y amores. Y ahora que lo piensas, tal vez es por eso que te sientes tan limpia.
Todo eso para bien y para mal quedó atrás. Cuando haces el esfuerzo te es posible recordar muchas cosas color gris perla medio transparente. Te acuerdas de las sesiones de auto-mutilación emocional con ayuda de tus audífonos de avión robados. De cómo se te secaba la garganta y te sabía a sal. De cuánto te dolían los ojos mojados. Y de cómo te jalabas las pestañas para que te tronaran los párpados y pudieras irte a dormir. Piensas en las sábanas que se mancharon de rimel y de tristezas para siempre. De las paredes sucias como de humo, sucias de ti y todas tus tragedias. De cómo tu corazón se destruyó poquito a poco con una que otra reparación poco exitosa en el camino. Y como todo eso se nota en el cuarto de alfombras verdes, ventana de acero y olor a pis de gato y ginebra.
Pero también haces recuento de otras cosas. De cómo aprendiste a besar en las puertas de persiana del closet. De cómo te escondías entre el buró y la pared a escribir el diario mal hecho con prosa de película. Cuando te tomaste las medidas frente a la ventana y te dio tanto gusto el resultado, que se te escapó un gritito de contento hacia la calle. Cuando cantabas a todo volumen desde la cama de arriba éxitos provenientes del casete de Lucerito. También sonríes y se te hacen los cachetes rosas cuando haces recuento de amantes, amores, saliva y sudor en la camita azul. Cada uno especial porque pasó por tu cama. Unos con mayor suerte que otros, unos clientes frecuentes, y otros más guest stars de escapada a deshoras. También te acuerdas de la risa loca por el teléfono blanco. Tantas voces del otro lado te dieron buenas y enormes sonrisas previas al celular. Tal vez por eso ahora tu móvil es del mismo color. El blanco significa risa. No pureza ni virginidad (¡ja!), risa.
Y tal vez por todo eso que pasó entre las cuatro paredes a las que tanto odio les proferiste, eres la que escribe hoy; con todas sus penas, ojos caídos, labios carnosos y manos históricamente sucias. Gracias al techo de bolitas y la alfombra verde tienes historias varias que contar con muchos protagonistas de colores de cera. Y también por eso es que vives en dos dimensiones, ambos departamentitos rosas, perfumados, musicalizados, llenos de mucho aire fresco y ridículamente de mucho amor. Que bueno que todo se acabó pero que no se te olvida.
Hoy es navidad. Te encanta desde siempre y tienes costumbre de tomarle fotos al árbol. Ve a tomarle una para que La Seductra también tenga decoración navideña. Por lo pronto me despido con muchas ganas de bacalao con papas y crema de mariscos nocturna.
If there was a better way to go then it would find me
I can’t help it, the road just rolls out behind me
Be kind to me, or treat me mean
I’ll make the most of it, I’m an extraordinary machine
Un beso de arándano.
Bye.
“Mi marido sabe de mecánica, lo que yo sé de astrofísica”- Cecilia
Amo tu blog y a tí por supuesto. Mudanzas...no sólo de casa sino también de corazón. El guión lo dice así...faltará pintar las paredes de malva...¿o algún tono más cercano al del sol?
ResponderEliminarHOLA, BUEN BLOG, SEGUIRE PASANDO POR ACA... QUE ESTES BIEN.
ResponderEliminarFELIZ 2008 Y UN SALUDOS.
Cecita que hay de Amy Whinehouse cuentame? te gusta? o q pedo? ja ja dime dime dime dimeeeeeee
ResponderEliminarI've been here before and I like this blog. I'll tell my friends. "Seductra" is a very sugestive name.
ResponderEliminarGracias gracias por sus comments! anónimo: si con accesorios dorados como ojos.
ResponderEliminaroscar: gracias, bienvenido seas!
tiburon: jajaja mario, me gusta amy pero no soy fan.
rinobod: thanku, please do come back.
Posteo pronto. Cuando mis conexiones a la sagrada red que nos conecta quede en mis nuevos aposentos.
Besos de enero.
Ojalá ya no tardes, te extrañamos
ResponderEliminarNada más me registré a ésto para poder dejar un comentario en tu blog...
ResponderEliminarojalá nunca dejes de escribir... tu blog es una buena sorpresa virtual en mi vida...