te mando besos de agua
que hagan un hueco en tu calma
te mando besos de agua
pa que bañen tu cuerpo y tu alma
Te gusta que piense necedades. Que te ignore cuando hablas porque las pienso. Y que me perdones porque es encantador que invierta tantas neuronas en cosas que no importan. Y que cuando las escuchas un poco más tiempo, resulta que son muy interesantes. Y que tú también las piensas.
Te gusta que las cosas te piquen mucho en la lengua y te saquen lagrimitas. Te gusta el placer doloroso. Como rascarte los piquetes, tronarte el cuello y pelear conmigo.
Te gusta mucho que te escuchen. Y que te vean. Y que te vean mucho y lo mucho que te miras. Pero te da mucha pena al mismo tiempo. Pero te gusta que te de pena porque te acuerdas de otros tiempos.
Te gusta mucho acordarte. Te gusta acordarte de risas, regalos y cosas raras de las tantas que siempre haces. Pero sobre todo te gusta acordarte de todas las cosas feas que hago y te hago. Y te gusta acordarte porque así hay justificación de pelear cuando te aburres. Porque te gusta reconciliarte conmigo.
Te gusta cantar en el coche. A mi también. Y te gusta cantar conmigo. Y a mi también.
Te gusta mucho comer atún.
Y hacer pasta.
Y comer papitas.
Y tomar mucha agua antes de comer porque se te llena la panza y la boca te sabe a los cubiertos de tu madre.
Te gusta tardarte en salir del coche. Cuando hay mucha prisa.
Y te gusta trabajar bajo presión. Porque te sientes más grande y más importante. Y te sientes la estudiante que nunca fuiste y querías ser.
Te gusta tocarte la panza cuando te despiertas. Y cuando vas a comer. Y cuando bostezas. Cuando te duele también te gusta. Y te gusta que yo la toque porque se te pone calientita.
Te gusta que esté en tu casa. Y te gusta estar en la mía
Te gusta escuchar las Razones de la española de nuestro primer concierto. La has escuchado 53 veces exactamente. Más todas las veces en las que yo no existía.
Te gusta enseñarme a hacer cosas.
Te gusta pedirme ayuda. Pero te gusta más dármela. Porque sabes que eso es más importante que otras cosas.
Te gusta la playa. Y te gusta correr en pocos paños.
Te gusta usar sombreros. Todos los sombreros. Porque tienes cabeza de sombrero.
Te gusta mucho tu nariz. Y a mi también.
Te gusta eructar muy fuerte porque te da mucha risa. Pero te gusta más si el motivo es una deliciosa cerveza de botella.
Te gusta ir de paseo en el coche. Y te gusta mucho caminar conmigo aunque digas lo contrario. También te gusta mucho ir de viaje. Pero te gusta un poquito más si viene la de los ojos como los tuyos que habla con ballenas.
Te gusta asustarte de la vista que tengo a pesar de mi ceguera. Porque te gusta saber que si estás conmigo no te pasa nada.
Te gusta quejarte todo el tiempo. Y te gusta más quejarte de tus papás. Y te gusta hacerlo por temporadas cediéndoles honores de corajinas. Porque así el otro es tu aliado y te consiente. Y te gusta mucho eso.
Te gustan las manotas del Dr. dueño de tu nariz y tus ojos. Y los besitos de tu madre. Pero te gusta mucho más que se ría como se ríe, porque tú sonríes por dentro.
Te gusta ser la grande. En edad, en estatura, en sufrimientos. Pero te gusta más que se inviertan los papeles.
Te gusta que te de la mano. Y que te diga cosas inapropiadas. Que te rasque la nuca y te de estrujoncitos en las rodillas.
Te gusta verme y que te vea y nos veamos mucho. Porque así me entiendes y te entiendo yo. Y porque es muy divertido hacer enojar al de enfrente de vez en cuando. Para que le pidas perdón y te perdone y coman palomitas con rentas atrasadas.
Te gustar ser. Y a mi me gusta mucho que seas.
Te gusta que las cosas te piquen mucho en la lengua y te saquen lagrimitas. Te gusta el placer doloroso. Como rascarte los piquetes, tronarte el cuello y pelear conmigo.
Te gusta mucho que te escuchen. Y que te vean. Y que te vean mucho y lo mucho que te miras. Pero te da mucha pena al mismo tiempo. Pero te gusta que te de pena porque te acuerdas de otros tiempos.
Te gusta mucho acordarte. Te gusta acordarte de risas, regalos y cosas raras de las tantas que siempre haces. Pero sobre todo te gusta acordarte de todas las cosas feas que hago y te hago. Y te gusta acordarte porque así hay justificación de pelear cuando te aburres. Porque te gusta reconciliarte conmigo.
Te gusta cantar en el coche. A mi también. Y te gusta cantar conmigo. Y a mi también.
Te gusta mucho comer atún.
Y hacer pasta.
Y comer papitas.
Y tomar mucha agua antes de comer porque se te llena la panza y la boca te sabe a los cubiertos de tu madre.
Te gusta tardarte en salir del coche. Cuando hay mucha prisa.
Y te gusta trabajar bajo presión. Porque te sientes más grande y más importante. Y te sientes la estudiante que nunca fuiste y querías ser.
Te gusta tocarte la panza cuando te despiertas. Y cuando vas a comer. Y cuando bostezas. Cuando te duele también te gusta. Y te gusta que yo la toque porque se te pone calientita.
Te gusta que esté en tu casa. Y te gusta estar en la mía
Te gusta escuchar las Razones de la española de nuestro primer concierto. La has escuchado 53 veces exactamente. Más todas las veces en las que yo no existía.
Te gusta enseñarme a hacer cosas.
Te gusta pedirme ayuda. Pero te gusta más dármela. Porque sabes que eso es más importante que otras cosas.
Te gusta la playa. Y te gusta correr en pocos paños.
Te gusta usar sombreros. Todos los sombreros. Porque tienes cabeza de sombrero.
Te gusta mucho tu nariz. Y a mi también.
Te gusta eructar muy fuerte porque te da mucha risa. Pero te gusta más si el motivo es una deliciosa cerveza de botella.
Te gusta ir de paseo en el coche. Y te gusta mucho caminar conmigo aunque digas lo contrario. También te gusta mucho ir de viaje. Pero te gusta un poquito más si viene la de los ojos como los tuyos que habla con ballenas.
Te gusta asustarte de la vista que tengo a pesar de mi ceguera. Porque te gusta saber que si estás conmigo no te pasa nada.
Te gusta quejarte todo el tiempo. Y te gusta más quejarte de tus papás. Y te gusta hacerlo por temporadas cediéndoles honores de corajinas. Porque así el otro es tu aliado y te consiente. Y te gusta mucho eso.
Te gustan las manotas del Dr. dueño de tu nariz y tus ojos. Y los besitos de tu madre. Pero te gusta mucho más que se ría como se ríe, porque tú sonríes por dentro.
Te gusta ser la grande. En edad, en estatura, en sufrimientos. Pero te gusta más que se inviertan los papeles.
Te gusta que te de la mano. Y que te diga cosas inapropiadas. Que te rasque la nuca y te de estrujoncitos en las rodillas.
Te gusta verme y que te vea y nos veamos mucho. Porque así me entiendes y te entiendo yo. Y porque es muy divertido hacer enojar al de enfrente de vez en cuando. Para que le pidas perdón y te perdone y coman palomitas con rentas atrasadas.
Te gustar ser. Y a mi me gusta mucho que seas.
te mando besos de agua
para que curen tus heridas
te mando besos de agua
de esos con los que tanto te reias
Un beso amarillo.
Bye.
"Es que mi chupe es una letrina"-Marion